Papa Francisco: un pontífice del pueblo que transformó la Iglesia
- Michael Rodriguez
- 21 abr
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San José, Costa Rica. Michael Rodriguez, 21 de abril,2025. Con el fallecimiento del Papa Francisco, el mundo se despide no solo del líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos, sino de un hombre que marcó un antes y un después en la historia reciente de la Iglesia. Nacido en Buenos Aires en 1936 bajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio, fue el primer papa latinoamericano, el primero jesuita y también el primero no europeo en más de 1.000 años en ocupar el trono de Pedro.

Desde su elección en marzo de 2013, Francisco se convirtió en símbolo de una Iglesia más cercana, humana y comprometida con los grandes desafíos del mundo actual. Su papado estuvo marcado por la lucha contra los abusos sexuales dentro del clero, la defensa de los migrantes, el cuidado del medio ambiente, y un firme compromiso con los pobres y excluidos. Publicó importantes encíclicas como Laudato si’, sobre el cuidado de la Casa Común, y Fratelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social.
Con gestos sencillos pero potentes —como rechazar vivir en el lujoso Palacio Apostólico y optar por la residencia de Santa Marta, viajar en autos modestos o lavar los pies a presos y refugiados en Semana Santa—, el Papa Francisco devolvió humanidad a la figura papal. Su estilo pastoral, más que doctrinal, le ganó tanto el cariño como la crítica dentro y fuera del Vaticano.
A lo largo de su pontificado, abogó por una Iglesia en salida, más misionera que centrada en sí misma. Promovió reformas en la Curia Romana, impulsó la transparencia económica y fomentó el diálogo con otras religiones, especialmente con el islam y el judaísmo.
Francisco también fue una voz clara en los foros internacionales sobre el cambio climático, la guerra, la desigualdad económica y la dignidad humana.
Su legado está tejido con palabras de compasión, apertura, y con la firme idea de que la fe debe traducirse en acción. Con su partida, se cierra una etapa extraordinaria para la Iglesia católica. Pero su legado vivirá en cada gesto de misericordia, cada llamado a la paz, y en cada rincón del mundo donde alguien haya encontrado consuelo en sus palabras.
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