Michael Rodríguez, 2 de julio de 2024.
A medida que nos acercamos a la celebración de la Anexión del Partido de Nicoya, se hace imperativo reflexionar sobre cómo representamos y celebramos nuestra herencia cultural. C Una profunda preocupación por algunos errores que, año tras año, se repiten en estas festividades. Aquí destacamos cinco de ellos que debemos evitar a toda costa para no llegar nuevamente este 2024 con una representación distorsionada de nuestra identidad guanacasteca.
Usar Diseños de Carretas de Sarchí Las carretas de Sarchí, con sus diseños coloridos y elaborados, son indudablemente hermosas, pero no representan la auténtica tradición guanacasteca. Nuestras carretas son más rústicas, sin paredes y exhiben la textura original de la madera, ya que eran utilizadas principalmente para transportar troncos. Incorporar elementos de Sarchí en nuestras celebraciones no solo confunde, sino que diluye la autenticidad de nuestras propias tradiciones. Es esencial que los diseños alusivos a nuestra cultura sean creados con un profundo respeto y conocimiento de nuestras raíces.
Ponerse un Chonete El chonete, icónico del campesino del Valle Central, no tiene cabida en la representación del sabanero guanacasteco. Nuestro sabanero se caracteriza por llevar un sombrero de ala ancha, decorado con crin de caballo y un mecate alrededor. Estos detalles son más que simples diferencias estilísticas; son símbolos de una identidad única que merece ser preservada con exactitud.
Usar el Pañuelo en el Cuello El pañuelo en el cuello es otra confusión importada del Valle Central. En Guanacaste, el pañuelo se lleva en la bolsa trasera del pantalón. Esto no es una simple variación de estilo, sino una representación de las prácticas y costumbres locales. Mantener esta diferencia es vital para honrar la autenticidad de nuestra vestimenta tradicional.
Bailar con Trajes Fosforescentes La vestimenta tradicional guanacasteca, influenciada por el comercio con Nicaragua, era sencilla y confeccionada en algodón. Los trajes con colores fosforescentes que a veces vemos hoy en día son una invención moderna que no refleja la realidad histórica. Lía Bonilla, una figura prominente en la cultura popular, criticó esta tendencia, defendiendo una representación más fiel y sencilla de nuestro pasado.
Confundir el Higuerón con el Árbol de Guanacaste La confusión entre el árbol de Guanacaste y el higuerón es más común de lo que uno podría pensar. Ambos árboles tienen copas que se asemejan a una sombrilla, pero ahí terminan sus similitudes. El árbol de Guanacaste, nuestro símbolo nacional, tiene ramas separadas, hojas pequeñas y alargadas, semillas ovaladas y frutos en forma de oreja. En contraste, el higuerón posee un tronco con raíces aéreas y hojas grandes y redondeadas. Esta confusión no solo es un error botánico, sino un reflejo de cómo a veces malinterpretamos y malrepresentamos nuestra rica herencia natural.
La Identidad Multicultural y Multiétnica de Guanacaste
El uso de símbolos inexactos y la adopción de elementos externos crean una disonancia identitaria que puede llevar a un desapego cultural. Sin embargo, también es una señal de que existe una demanda social por un reconocimiento más preciso y una valoración genuina de nuestra región.
Hoy, más que nunca, debemos abrazar nuestra identidad multicultural y multiétnica, trabajando juntos –artistas, antropólogos, historiadores y comunidad– para construir una representación auténtica y respetuosa de nuestra herencia.
Al acercarnos al 25 de julio, es nuestra responsabilidad como costarricenses preservar y celebrar nuestra cultura con la precisión y el respeto que merece. Solo así podremos asegurarnos de que nuestra identidad perdure y se fortalezca con el paso del tiempo.
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