Una historia milenaria: el papado a través de los siglos

San José, Costa Rica. Michael Rodriguez, 12 de abril, 2025. Con la muerte del Papa Francisco, el pontífice número 266 en la historia de la Iglesia Católica, se cierra un capítulo más en una institución milenaria que ha tenido un rol central en la historia espiritual, política y cultural de Occidente.

El papado es considerado por los católicos como la sucesión directa de San Pedro, el apóstol al que Jesús encomendó el liderazgo de su Iglesia. San Pedro fue el primer obispo de Roma y desde entonces, la figura del Papa ha sido vista como el Vicario de Cristo en la Tierra y el líder supremo de la Iglesia Católica.

A lo largo de más de dos mil años, 266 hombres han ocupado el trono de Pedro, algunos canonizados como santos, otros controversiales, pero todos parte de una continuidad ininterrumpida que sobrevive desde el siglo I. El papado ha atravesado épocas de gloria y crisis: desde la Edad Media y el Renacimiento hasta los cismas, las reformas protestantes y la modernidad.

El papa más longevo fue Pío IX, que reinó por más de 31 años (1846-1878), y el más breve, Urbano VII, cuyo pontificado duró apenas 13 días. El papado también ha evolucionado con el tiempo: de ser una figura eminentemente espiritual a tener enorme influencia política, especialmente durante la época del poder temporal de los Estados Pontificios.

En tiempos recientes, los papas han tenido un rol cada vez más global. Juan Pablo II, por ejemplo, fue fundamental en la caída del comunismo en Europa del Este y en llevar el mensaje de la Iglesia a todos los continentes. Su sucesor, Benedicto XVI, marcó historia al ser el primero en renunciar al pontificado en más de 600 años. Y Francisco, el primer papa latinoamericano, fue símbolo de apertura, sencillez y sensibilidad social en tiempos de profundos cambios y desafíos para la humanidad.

Con la sede vacante, la Iglesia entra ahora en un nuevo proceso de elección, que será liderado por el Colegio de Cardenales en el Cónclave. El mundo vuelve sus ojos al Vaticano a la espera del próximo capítulo de esta institución milenaria que, aún hoy, sigue escribiendo historia.